La Navidad es una fecha que ha marcado la literatura universal: cuentos, novelas, poemas y hasta obras teatrales han sido creados tomando como referencia la época navideña y las costumbres de cada pueblo, a partir de los cuales, se han construido personajes e historias, que han sido fuente de inspiración para muchos escritores en el mundo. En el Perú, la Navidad está fuertemente vinculada al concepto cristiano del nacimiento de Jesús, símbolo principal de la religión católica, por lo que su influencia en la cultura y en la gente, ha tenido impacto muchas veces en la producción literaria. Compartimos 5 poemas de escritores peruanos que le escribieron a la Navidad.
Abraham Valdelomar
El hermano ausente en la cena de Pascua
La misma mesa antigua y holgada, de nogal,
y sobre ella la misma blancura del mantel
y los cuadros de caza de anónimo pincel
y la oscura alacena, todo, todo está igual…
Hay un sitio vacío en la mesa hacia el cual
mi madre tiende a veces su mirada de miel
y se musita el nombre del ausente; pero él
hoy no vendrá a sentarse en la mesa pascual.
La misma criada pone, sin dejarse sentir,
la suculenta vianda y el plácido manjar;
pero no hay la alegría ni el afán de reir
que animaran antaño la cena familiar;
y mi madre que acaso algo quiere decir,
ve el lugar del ausente y se pone a llorar…
César Vallejo
Nochebuena
Al callar la orquesta, pasean veladas
sombras femeninas bajo los ramajes,
por cuya hojarasca se filtran heladas
quimeras de luna, pálidos celajes.
Hay labios que lloran arias olvidadas,
grandes lirios fingen los ebúmeos trajes.
Charlas y sonrisas en locas bandadas
perfuman de seda los rudos boscajes.
Espero que ría la luz de tu vuelta;
y en la epifanía de tu forma esbelta
cantará la fiesta en oro mayor.
Balarán mis versos en tu predio entonces,
canturreando en todos sus místicos bronces
que ha nacido el niño-jesús de tu amor.
Martín Adán
Navidad
Tus ojos
unen las manos
como las madonas
de Leonardo.
los bosques de ocaso,
las frondas moradas
de un Renacimiento sombrío
El rebaño del mar
bala a la gruta
del cielo, llena de ángeles.
Dios se encarna
en un niño que busca los juguetes
de tus manos.
Tus labios
dan el calor que niegan
la vaca y el asno.
Y en la penumbra,
tu cabellera mulle sus pajas
para Dios Niño.
Nicomedes Santa Cruz
Nochemala
A LOS 59 MINEROS MUERTOS POR LA NEGLIGENCIA DE UN INGENIERO NORTEAMERICANO
EN GOYLLARISQUISGA. CERRO DE PASCO. PERÚ. DIC., 1964.
Pastores, venid, venid
al profundo socavón
donde dormita el carbón
con sueño di siglos mil.
Pastores, seguid, seguid
vuestro lucero en la frente
Cantadle al negro silente
que bajo tierra dormita
un huayno de dinamita
y que la veta despierte.
Venid, venid pastorcillos,
venid, venid comuneros,
huancas de los ventisqueros
ex reyes de soles fríos.
Dejad los flacos sembríos,
dejad la flácida llama.
Si la tierra ya no os ama,
si os desprecia el gordo mundo
hundíos en el profundo
vientre de la Pachamama.
Por los negros socavones
del ombligo de la roca
bajaron chacchando coca
y tosiendo sin pulmones. Setentaicuatro explosiones
sacudieron al Perú,
y estimulando el grisú
por el traidor gas metano
cincuentainueve peruanos
hallaron negro ataúd…
¡Pastores, salid, salid
del profundo socavón
donde crepita el carbón
con fuego de grados mil…!
Rotos de frente y perfil
negra muerte los iguala,
y en la trágica antesala
de una “Feliz Navidad”
hay guaguas, que en orfandad
sollozan su Nochemala…
José Watanabe
La natividad
Esta es tu patria, hijo mío,
un establo donde tu madre
ya duerme
de regreso a nuestra especie:
hasta ahora
ella era un animal mítico: el vientre
avanzado
y habitado
por Ti, entonces voraz nonato,
que le consumías hasta los huesos.
Soy un hombre añoso, he visto
todo. Sin embargo.
me sobrecoge mirarte, mi recién nacido:
a pesar de las madres
todo niño está abandonado
sobre la vastedad de una tierra callada.
Tu madre,
muchacha todavía sorprendida
por Ti, no cantó
una canción de cuna. Mirándote
solo murmuró inacabablemente:
es espantoso esperar de Él
lo que esperan.