Óscar Hahn (Iquique – Chile, 1938) es un poeta, ensayista y crítico literario chileno, a menudo ubicado en la generación de 1960. Estudió Pedagogía en la Universidad de Chile. Desde la adolescencia cultiva la poesía, y su primer poemario se publicó cuando apenas tenía 23 años, en 1961: Esta rosa negra, sobre una ironía del amor que tuvo en su infancia. Desde entonces ha publicado decenas de obras de poesía.
Entre sus libros más importantes se cuentan: Arte de morir (1977), Mal de amor (1981), Apariciones profanas (2002), En un abrir y cerrar de ojos (2006), La primera oscuridad (2011) y Los espejos comunicantes (2015).
En 2012 se hizo con el mayor reconocimiento literario de Chile, el Premio Nacional de Literatura. Además, ha sido galardonado con muchos otros como el Premio Altazor de Poesía, así como el Premio Loewe 2014, el cual le fue otorgado por su obra Los espejos comunicantes.
LA MUERTE ESTÁ SENTADA A LOS PIES DE MI CAMA
Mi cama está deshecha: sábanas en el suelo
y frazadas dispuestas a levantar el vuelo.
La muerte dice ahora que me va a hacer la cama. Le suplico que no, que la deje deshecha.
Ella insiste y replica que esta noche es la fecha. Se acomoda y agrega que esta noche me ama.
Le contesto que cómo voy a ponerle cuernos
a la vida. Contesta que me vaya al infierno.
La muerte está sentada a los pies de mi cama. Esta muerte empeñosa se calentó conmigo
y quisiera dejarme más chupado que un higo.
Yo trato de espantarla con una enorme rama. Ahora dice que quiere acostarse a mi lado
sólo para dormir, que no tenga cuidado.
Por respeto me callo que sé su mala fama.
La muerte está sentada a los pies de mi cama.
EN LA VÍA PÚBLICA
Estoy sentado en la puerta de mi casa esperando que pase el fantasma
En esta mano tengo un recuerdo triste de ti En esta otra tengo un recuerdo desolado
Y en estas dos que acaban de crecerme no tengo nada ni siquiera las líneas
Así que estoy sentado en la puerta de mi casa esperando al fantasma que vendrá a dibujarlas
para que me mueva y me levante y camine y pase cabizbajo frente a esa casa
donde estoy sentado esperando
TORRES GEMELAS
Estrellaste tu avión contra mi torre y yo mi avión contra la tuya
Eso fuimos los dos:
torres gemelas que se desplomaron
torres en llamas que se hicieron escombros
Y ni siquiera habrá un monumento a la memoria de nuestro amor: solamente un terreno baldío
y una nube de polvo
A LA UNA MI FORTUNA A LAS DOS TU RELOJ
Estuve toda la noche parado frente a tu puerta esperando que salieran tus sueños
A la una salió una galería de espejos
A las dos salió una alcoba llena de agua
A las tres salió un hotel en llamas
A las cuatro salimos tú y yo haciendo el amor
A las cinco salió un hombre con una pistola
A las seis se oyó un disparo y despertaste
A las siete saliste apurada de tu casa
A las ocho nos encontramos en el Hotel Valdivia
A las nueve nos multiplicamos en los espejos
A las diez nos tendimos en la cama de agua
A las once hicimos el amor hasta el exterminio
Ahora son las doce del día
y tengo entre mis brazos al cuerpo de todos mis delitos
HOTEL DE LAS NOSTALGIAS
Nosotros
los adolescentes de los años 50 los del jopo en la frente
y el pucho en la comisura
los bailatines de rock and roll al compás del reloj
los jóvenes coléricos maníacos discomaníacos
dónde estamos ahora
que la vida es de minutos nada más
asilados en qué Embajada
en qué país desterrados
enterrados
en qué cementerio clandestino
Porque no somos nada sino perros sabuesos
Nada
sino perros
CORAZÓN MÍO
Mi corazón bajo la forma de un óvulo palpitante
Eyacula millares de corazones diminutos
Se embaraza a sí mismo y se da a luz
Adentro de tu pecho estás más loco
Me decías mirándome fijamente a los ojos
Y el malhadado corazón
A punto de salírsenos de la boca